
Docentes de la Facultad de Ciencias Sociales (FCS) y del Servicio Central de Extensión y Actividades en el Medio (SCEAM) presentan el segundo informe «Entramando barrios. Ollas y merenderos populares en Uruguay 2021-2022».
El equipo que llevó adelante la investigación está integrado por la Dra. Anabel Rieiro, la Mag. Rocío Veas, el Lic. Daniel Pena y el Lic. Camilo Zino de FCS; y por el Dr. Diego Castro de SCEAM.
En la introducción del informe se explica que en esta edición se puso foco en «contextualizar el fenómeno a nivel general, comprender su magnitud actual a través de un segundo relevamiento nacional, y en sistematizar algunas redes de ollas y merenderos populares (OMP)»











Además, el equipo entiende que «los procesos recorridos por las OPM tienen mucho para enseñar, no solo por poner de manifiesto la desigualdad existente, sino también en cuanto a prácticas que reinventan lo común, en su carácter “abierto, experimental e inagotable” (Fernández et al., 2021 :5) produciendo relaciones sociales desde la cotidianidad.

En este sentido, las OMP y sus redes, representan al mismo tiempo una carencia social y una potencia organizativa para enfrentarla. Dos caras de una moneda que generalmente caracteriza la organización del campo popular».
Asimismo, «les interesa reflexionar cómo ante un contexto de miedo, desempleo y promoción del aislamiento, las personas encuentran cómo acuer-parse con otras para sostenerse. Son múltiples historias de los comunes -que a pesar de seguramente ocupar poco lugar en los grandes relatos históricos- contienen una potencia enorme para sortear la imagen de futuro como algo inalterable».

El trabajo contó con el apoyo del convenio AEBU-Profundación, la Unidad de Extensión y el Departamento de Sociología de FCS, así como también del SCEAM.








Dos años intensos han pasado en la historia mundial a partir de la declarada pandemia
por el COVID-19. Acompañando una temporalidad irruptiva, el equipo universitario
ha emprendido múltiples objetivos de investigación, enseñanza y extensión, lo cual
nos ha ayudado a comprender desde distintos ángulos la emergencia de cientos
de colectivos sosteniendo ollas y merenderos populares (OMPs) en Uruguay. Más
de dos años, cuando la mayoría de la sociedad uruguaya -e incluso las propias
personas que llevaban a cabo las iniciativas populares- creía que las experiencias
durarían apenas unos meses.
Mirando hacia atrás, encontramos que las iniciativas no sólo se han sostenido,
sino que se han conectado, han reivindicado cuestiones en común, han atravesado
múltiples intervenciones del mundo privado y público, y siguen “vivas”, definiendo
sus formas y modos para decidir en colectivo sobre las múltiples necesidades y
cuestiones que las atraviesan cotidianamente, para mantener la olla o el merendero
adelante.
Comprender estas historias de “composición” es sumamente pertinente entre
quienes no quisiéramos “volver a la normalidad”2 pre pandemia, por considerar
que era ésta la causa de los problemas. Percibir el sentido profundo de cómo se
recrean nuevos horizontes comunitarios en tiempos de crisis, habilita a repensar la
gravedad y urgencia de los desafíos que nos acechan eco-humanitariamente.
En una época en donde hasta la condición humana se ve amenazada de ser
mercantilizada, el equipo indaga cómo se conforman y recrean las relaciones sociales a partir del alimento. En otras investigaciones como “Configuraciones
socioeconómicas en torno al alimento” (financiada por CSIC I+D) intentamos analizar
qué es lo que nos sucede cuando dicho bien de uso cotidiano, pasa a regularse como
mercancía. La tensión capital-vida se expone con su total dureza, quizás uno de los
casos más ejemplificantes pueda intuirse a través de la tensión entre la lógica de
los commodities y la de la sostenibilidad de la vida de las comunidades locales.
En el presente informe, pusimos el foco en: contextualizar el fenómeno a nivel
general, comprender su magnitud actual a través de un segundo relevamiento
nacional, y en sistematizar algunas redes de OMPs. Creemos que los procesos
recorridos por ellas tienen mucho para enseñarnos, no sólo por poner de
manifiesto la desigualdad existente, sino también en cuanto prácticas que
reinventan
lo común, en su carácter “abierto, experimental e inagotable” (Fernández et al., 2021
:5) produciendo relaciones sociales desde la cotidianidad. En este sentido, decimos
que las OMPs y sus redes, representan al mismo tiempo una carencia social y una
potencia organizativa para enfrentarla. Dos caras de una moneda que generalmente
caracteriza la organización del campo popular.
¿Cómo relatar un contexto de historias múltiples dentro de las que conviven una
heterogeneidad de espacios y tiempos simultáneamente? Comprender que la
sociedad es una formación compleja y “abigarrada” (Zavaleta, 2013) invita a pensar
lo múltiple como potencia híbrida, contaminada, conflictiva y dinámica. Partimos
así de comprender cada OMP como un espacio creativo singular. En paralelo a
los rasgos constitutivos de cada experiencia, en estos años se han ido creando
redes de OMPs dentro de las cuales personas de algunas experiencias se juntan,
intercambian informaciones, gestionan recursos y deciden estrategias en común.
Retomando la imágen del tiempo presente como una capa de varias capas
conectadas a otros tiempos (Rivera, 2018) podemos comprender cómo a partir de
estas experiencias en alguna medida se “enciende el pasado” y por qué no el futuro.
La memoria colectiva de las ollas populares como acciones de resistencia al hambre en tiempos de crisis (la más reciente durante la crisis del 2002) adquiere presencia
como chispas que recuperan el sentido de pertenencia y reconstituyen la acción con
y para otros/as, la producción de lo que nos es común.
“escuchando la tele, vi que pasaban en el informativo la historia de una olla y
le dije a mi marido… «vamos a hacer una olla»… «¿dónde?», me preguntó, «acá,
en el jardín, vamos a hacer una olla para el barrio». Yo viví esa experiencia de
jóven, con una tía, y digamos que ahora me tocaba a mí” (Referente Olla del
Cerro, entrevista individual, junio 2020).
Nos interesa reflexionar cómo ante un contexto de miedo, desempleo y promoción del
aislamiento, las personas encuentran cómo acuerparse con otras para sostenerse.
Son múltiples historias de los comunes -que a pesar de seguramente ocupar poco
lugar en los grandes relatos históricos- creemos contienen una potencia enorme
para sortear la imágen de futuro como algo inalterable. Quisimos entonces en esta
fase profundizar en las redes, retomadas como “pliegues, de fisuras, de capas
heterogéneas que hacen inestable (a la historia)” (Foucault, 1992: 12). A través de
ellas creemos que la sociedad puede pensar sus relaciones de dominación y a su
vez sus devenires otros.
Cuando hablamos de una red territorial, asumimos que existe una organización
colectiva que habilita un mecanismo de acceso y distribución de insumos, un plenario,
comisiones de trabajo o un intercambio fluido… es decir, una red es retomada como
una agrupación con vida propia a través de la cual se van instituyendo distintas
formas de organización.
En las páginas que siguen, se encontrará la sistematización de algunos de estos
“trabajos” que permiten crear una organización “entre-ollas”, la propia “producción
de lo común” en estas redes nos permite comprender la complejidad de distintos
procesos que se entrelazan. Los procesos que se retomarán sólo pueden ser
posibles a través de una rica trama de interacción social. Nuestra intención fue
sistematizar dos experiencias en zonas diversas de la capital y dos experiencias de redes en el interior. Una de las redes capitalinas invitadas a ser parte del proyecto
nos propuso conformar un grupo interno de la red que acompañara e hiciera parte de
la sistematización con nuestro equipo, nos entusiasmó el desafío, pero hasta donde
supimos dicho grupo no terminó conformándose. Las otras tres redes aceptaron
ser parte y compartieron la relevancia de contar con una sistematización de sus
procesos. Estas fueron: la Red de apoyo a ollas y merenderos solidarios del Cerro
por autonomía y vida digna (Montevideo), Coordinadora de ollas populares de (Río
Negro) y el Colectivo de Ollas y Merenderos de Salto (Salto).
Las aproximaciones a cada red tuvieron sus particularidades. La Red de apoyo a las
ollas y merenderos solidarios del Cerro por autonomía y vida digna nos propuso
realizar la sistematización realizando talleres en los plenarios semanales de la
red, además de conocer y entrevistar en territorio a las experiencias singulares. El
objetivo del trabajo acordado con la red fue sistematizar el recorrido, resaltando
hitos que les fueron significativos desde su origen hasta abril de 2022. El trabajo
de organizar temporalmente los acontecimientos más relevantes del recorrido
de la organización intenta colaborar a la memoria y reflexión de la experiencia
compartida entre sus integrantes. Las técnicas que se terminaron desplegando
fueron: sistematización de actas y papelógrafos de los plenarios realizados por sus
integrantes, registros de 6 plenarios en los que participamos entre noviembre 2021
y marzo 2022, 11 entrevistas a referentes de ollas y merenderos populares de la
Red y otros actores clave, observaciones en espacios de trabajo colectivo de la Red
y durante las situaciones de entrevista, revisión de bibliografía y otras fuentes de
información vinculadas al barrio y la red.
En el caso de la red de Salto, el equipo articuló directamente con el equipo universitario
Grupo de Acción Universitaria ante la Emergencia Social y Sanitaria -Regional Norte
Udelar (GAUESS-RN) que viene trabajando en el territorio desde el principio de la
pandemia. En dos ocasiones, octubre 2021 y marzo 2022, se realizaron salidas al
departamento, en las cuales se concretaron 2 entrevistas colectivas, 10 entrevistas
y visitas a ollas y merenderos populares en el territorio, 1 taller y 3 entrevistas a actores estatales, así como observaciones en OMPs e instancias del Colectivo
de ollas. La presente sistematización se nutrió también del intercambio y trabajo
realizado por el GAUESS-RN, en particular las encuestas de mayo y setiembre de
2020 y el acompañamiento al Colectivo de Ollas y Merenderos (ver Palacio et al,
2021). Este Grupo universitario juega un papel muy importante en la identificación
y acompañamiento de las iniciativas, la realización de materiales y talleres para la
prevención del COVID, la conformación del Colectivo y la Asociación Civil y el acuerdo
con la Intendencia. A su vez, durante el trabajo de campo también consultamos a la
trabajadora social que coordina las prácticas en territorio, con fuerte presencia en
las iniciativas del barrio Puente Blanco.
En cuanto a la Coordinadora de Ollas Populares de Rio Negro, se hizo una visita a
territorio donde pudieron recorrerse y entrevistarse 5 experiencias en la ciudad
de Fray Bentos. Además se realizaron observaciones durante la preparación en la
olla del SUPRA, un taller colectivo al cual fueron invitadas las distintas experiencias
que participaron de la red, y se retomaron actas y notas proporcionadas por la
Coordinadora. De esta forma, se lograron identificar algunos asuntos relevantes
para contrastar con las otras redes estudiadas.
Presentaremos a continuación: a. una contextualización del fenómeno, para lo cual
retomamos fuentes secundarias y realizamos entrevistas a tres referentes de las
políticas públicas que consideramos más importantes para el período en cuanto a las
OMPs, b. los resultados del segundo relevamiento de OMP (junio-julio, 2022), para lo
cual se realizó una encuesta a una muestra aleatoria, sobre una base confeccionada
a partir de distintas fuentes de información, y una sistematización de cada una de
las tres redes, para las cuales se realizaron entrevistas a OMP, participación de
talleres, observaciones, etc. Por último, se desarrollan algunas reflexiones a partir
de la lectura transversal del recorrido realizado.