Reforma Educativa: el Prof. Pablo Romero García, Especialista en Educación, señala que «En una sociedad que cada vez nos exige más, las autoridades proponen que cada vez exijamos menos»

Reforma Educativa: el Prof. Pablo Romero García, Especialista en Educación, señala que «En una sociedad que cada vez nos exige más, las autoridades proponen que cada vez exijamos menos»

Pablo Romero García es docente de Educación Secundaria desde hace varios años, tanto a nivel público como privado. Es Profesor egresado del Instituto de Profesores Artigas, y además ha realizado Posgrado en Especialista en Política y Gestión de la Educación en Universidad CLAEH. En las últimas horas ha enviado una misiva a la opinión pública, en la cual plantea su posición frente a la Reforma Educativa que el gobierno impulsa.







En la misma señala:

Es importante que los estudiantes y sus familias estén al tanto de la flexibilización en el pasaje de grado y lo que esto implica a nivel de la pérdida de calidad educativa y los disvalores que coloca en escena.

Comencemos por lo sucedido él miércoles, donde los docentes nos enteramos del cambio de evaluación en plena etapa de cierre de los cursos (en bachillerato, de hecho, ya con parciales finales realizados en algunos casos).

Se nos comunica desde las autoridades de la educación de dos cambios que modifican notoriamente el Reglamento de pasaje de grado (Repag) del vigente Plan 2006, desconociendo al respecto la tarea docente realizada durante todo el año (y sentando un muy peligroso antecedente de modificar los Reglamentos según, para las autoridades, como «sople el viento» de la coyuntura).

Se nos informa que las inasistencias de los estudiantes NO deben ser consideradas por lo cual todo el trabajo del año lectivo de registro docente, de adscriptos y administrativos sobre el tema pasa a ser dejado de lado. Y, lo peor, se fortalece en el estudiante la concepción de que asistir a clases no es un requisito importante para el promover, con lo que esto implica de enseñanza en términos de responsabilidades, de visión de las instituciones. Es importante que las familias comprendan el disvalor, en términos de formación para la vida, de formación como persona y ciudadano, que estas señales instalan en nuestros adolescentes. Fortalece la idea de que ir o no ir al liceo es lo mismo. Llegar en hora a clases o llegar tarde es lo mismo. Las faltas o medias faltas no cuentan, no importan. Lamentable prédica, en un panorama donde ya a los docentes y familiares nos cuesta mucho instalar valores deseables de responsabilidad y compromiso con las instituciones. Una señal muy mala en plena formación de nuestros adolescentes. ¿En qué valores les estamos formando desde el mundo adulto?

Por otra parte, en ciclo básico eliminan el fallo de repetición en diciembre y se permite que promuevan hasta con 4 materias con nota de insuficiencia. En Bachillerato, también eliminan el fallo de repetición en diciembre en cuarto año y flexibilizan el pasaje de grado en quinto y sexto, bajando la nota mínima de promoción que tenían las materias específicas.

Cabe aclarar que esto supone que los docentes hemos evaluado en relación a un mínimo aceptable y a unos días de terminar se nos cambian las reglas de evaluación y se plantea un mínimo inferior en la escala de calificaciones.





Sepan las familias, sepan los estudiantes, que la flexibilización en las exigencias mínimas para el pasaje de grado, que en la eliminación de la repetición, no tenemos más que un descenso en la calidad educativa, lo cual irá inevitablemente en detrimento de la formación de nuestros jóvenes, más allá de que, probablemente, mejoren los números de egreso y esto sirva a lo que, luego, la administración política exhiba como «logro educativo». Es hacerse trampas al solitario y desconocer la realidad social en la que finalmente los chiquilines se van a insertar. A menor capital cultural incorporado, menores posibilidades.

En una sociedad que cada vez nos exige más, en una sociedad del conocimiento donde la profundización en el saber es el plus diferencial y el que traza las brechas de desigualdad, las autoridades proponen que cada vez exijamos menos. Pierden los estudiantes, pierden las familias, pierde la educación pública, perdemos todos (y en particular los que tienen menos posibilidades de formarse por fuera del sistema educativo público).

Y para terminar de «redondear» el asunto y trazar diferencias entre la educación pública y la privada, la ANEP decide que este cambio de reglas, esta flexibilización en el pasaje de grado (y todo lo señalado anteriormente como consecuencia), sea opcional para los privados.